VULCANO Y LAS PLAGAS DE EGIPTO

Publicado en por ANGEL RODRIGUEZ ALVAREZ

En estos días en que una y otra vez nos sentimos sobresaltados con la erupción de ese volcan de Islandia, de nombre impronunciable, vienen a mi memoria anteriores y catastróficas erupciones históricas que afectaron directa o indirectamente a la vida en la Tierra.

Hay uno que llama mucho mi atención, por sus consecuencias o su relación con los relatos bíblicos que son una de mis pasiones.

Hace muchos años, (según los estudios realizados fue en el año 1628 a.C.), época en la que pasaron multitud de hechos de todo tipo en el planeta Tierra), al sur del Mar Egeo, en Santorini se produjo una tremenda explosión, acompañada de una de las más terribles de las erupciones volcánicas que se han registrado a lo largo de todos los tiempos.

Parece que esa erupción fue mucho más violenta que la del volcán Krakatoa de 1883.

La nube que provocó tenía 30 metros de altura y la isla quedó cubierta con una capa bastante gruesa de material rocoso volcánico.

Cuando se habla del hundimiento de la mítica Atlántida, algunos investigadores la relacionan con esta erupción, cosa con lo que yo estoy en total desacuerdo, por la época y por la situación geográfica.

Un tsunami posterior se produjo con una ola de 12 metros, que golpeó Creta, situada a 110 kilómetros de distancia asolando todo el mediterráneo Oriental.

Fue un episodio terrible y muy peligroso, que afectó a otras zonas del planeta, como es el caso del área que comprende Egipto y sus alrededores.

La nube de cenizas fue vista en China, donde un cronista escribió:

“El sol se ha ocultado, nadie ve en la sombra, las cosechas han muerto, ahora debemos sobrevivir”.

Esto es significativo, bíblicamente hablando, como veremos más adelante.

Este fenómeno duró nueve días en Egipto y medio día en China. La nube afectó incluso a la zona de la Antártida.

Como siempre, las Escrituras Sagradas dan cuenta de estos sucesos, aunque siempre presentándolos de una manera indirecta en muchas ocasiones, (en otras no tanto), y siempre persiguiendo un objetivo moralizante y entroncado con la obra de Dios, que en los casos de catástrofes se presenta como un castigo.

Santorini (o Thera) era una especie de círculo de tierra con una pequeña abertura en su parte sur, y con el volcán situado en el centro de esa bahía encerrada dentro del círculo.

Al producirse la erupción, una gran parte de la isla desapareció, incluyendo la parte central donde se hallaba el volcán, aunque hoy día este último islote está volviendo a crecer, lo que indica que la erupción sigue en activo, no de manera explosiva, pero manando material contínuamente.

A veces uno llega a creer que es un milagro que este planeta aún siga existiendo.

La mayor explosión que se ha registrado en nuestro mundo fue el del Volcán de las Garitas, (Montañas Rocosas) que cambió el clima de la Tierra y que cuando los científicos, que tardaron 27 años en calcular sus dimensiones, descubrieron que tenía 76 kms. de lado por 35 kms. de ancho se quedaron asombrados.

Las consecuencias que se derivaron de la erupción del volcán de Las Garitas escapa a cualquier comparación con cualquier otra erupción de cualquier otro período de la historia de este sufrido planeta.

La fuerza de la erupción equivaldría a la explosión de 1.000 bombas de Hiroshima por segundo.

La nube de cenizas, además de cambiar el clima terrestre, originó extinciones masivas.

Los supervolcanes suelen ser planos, lo que dificulta su localización y su medición. Sus erupciones pueden dar al traste con la vida en el planeta en cuestión de horas.

El Exodo del pueblo de Israel, en su salida de Egipto y camino de la Tierra Prometida se produjo en 1500-1400 antes de C. Se fija con mayor precisión en el año 1446 a.C.

Esto es importante tenerlo en cuenta, pues las plagas de Egipto se relacionan con la erupción del volcán de Santorini. Y el volcán de Santorini erupcionó en el año 1628 a.C. ¿O tal vez no?.

Para salir de dudas vemos que las dataciones que se dan a la erupción se hacen por diferentes medios, dando varias fechas diferentes:

Por datación al carbono fue entre 1639 a 1616 a.C.

Por dendocronología sería en 1628 a.C.

Y arqueológicamente tenemos que fue entre 1530 a 1500. ¡Bingo!. Cae de lleno en las fechas dadas al Exodo. Podemos pues arriesgarnos con las fechas arqueológicas y todo encajaría a la perfección, añadiendo unos años más a la datación arqueológica, sobre 1445 a.C.

Coincidiría totalmente. No obstante, hay que tener en cuenta que todas son fechas alredeor de las cuales sucedieron los hechos relatados, pero no son fechas exactas.

Situando pues el Exodo en los años 1500, 1473, 1446, 1400 a. C. tenemos que los faraones que reinaron en esos años son los siguientes:

Ahmosis I o Ahmose I, (desde 1550 a.C.).

Amenofis I o Amenhotep I, (desde 1525 a.C.).

Tutmosis I o Thutmose I, (desde 1504 a.C.).

Tutmosis II o Tutmés II, (desde 1492 a. C.).

Faraona Hatshepsup (1473-1458 a.C., regente de Tutmosis III).

Amenofis II o Amenhotep II, (desde 1425).

Tutmosis IV o Amenhotep IV o Akenatón o Akhnatón, (desde 1352 a.C.).

Moisés nació en el año 1520 a.C., que es una fecha que coincide con los años finales del reinado del faraón Thutmosis I.

La hija de Tutmosis I se llamaba Hatshepsut y sería la princesa, que recogería a Moisés de las aguas y lo adoptaría con el rango de hijo suyo.

Hatshepsut muere en 1484 a.C. La huida hacia Madian del Patriarca se produjo cuando Moisés tenía 40 años.

Moisés huye, porque Tutmosis III, al morir la reina Hatshepsut, decidió perseguir a muerte a todos los partidarios de ella.

Moisés estuvo en Madián por un período de 40 años, casándose con una de las hijas de Jetró, Séfora. Tuvo un hijo al que pusieron el nombre de Gershom. Hablamos de 1444 a.C., lo cual coincide con lo que se afirma sobre una de las fechas del Exodo.

Pero un día de ese año, en las inmediaciones del Monte Horeb, algo ocurrió que iba a cambiar la vida de Moisés y daría un nuevo rumbo a la historia del pueblo de Israel.

Estaba Moisés cuidando tranquilamente su ganado, cuando la Gloria del Señor descendió sobre el Monte Horeb. Un gran resplandor rodeaba la Gloria, dando la impresión de un gran fuego, que no consumía la vegetación.

Moisés advertía el resplandor, extrañándose que lo que él pensaba que era fuego no consumiese una gran zarza que se hallaba toda iluminada.

Su curiosidad le llevó a encaminar sus pasos hacia el lugar, pero una potente y autoritaria voz le detuvo.

¡Detente, Moisés!. ¡No continúes acercándote!.

Moisés se paró en seco, sorprendido, y enseguida descubrió la Gloria del Señor, y a quien parecía uno de los señores o ángeles que se hallaba un poco adelantado del lugar y cerca del Patriarca.

¿Quién eres Señor?. ¿Qué deseas de mi?.

El Señor le contestó:

Moisés, descalza tus pies, pues la tierra que estás pisando es lugar sagrado. Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.

Moisés ocultó su rostro, pues tenía miedo de ver el terrible rostro del Señor.

Dijo Yahvéh:

He visto la aflicción de tu pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores. Ya conozco sus sufrimientos.

He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos. Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto además la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.

Dijo Moisés a Dios:

¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar de Egipto a los israelitas?.

Respondió el Señor:

Yo estaré contigo y ésta será para ti la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto daréis culto a Dios en este monte.

Contestó Moisés a Dios:

Si voy a los israelitas y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; cuando me pregunten: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?

Dijo Dios a Moisés:

Yo soy el que soy. Así dirás a los israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros.

Así pues, Moisés se puso en camino, con objeto de cumplir su misión.

Antes de ir al palacio se reunió con Aarón, su hermano y con los Ancianos de Israel, a quienes informó de lo que se iba a llevar a cabo.

Evidentemente, el faraón no estaba por la labor de prescindir de los israelitas, quienes constituían una mano de obra excelente para las construcciones de la ciudad, así que se negó en redondo. Y esa negativa se repitió una y otra vez, pese a los prodigios que Moisés obraba en su presencia para demostrar que la cosa iba en serio.

Así que, dada esa cerrazón del faraón a complacer a Dios a través de Moisés y de Aarón, el Señor decidió enviar una serie de plagas sobre Egipto.

Y es en el cumplimiento de estas plagas cuando entroncamos esta historia de Moisés con los sucesos relativos a la tremenda erupción del volcán de Santorini y sus consecuencias posteriores.

¿Puede encontrarse una explicación natural y lógica a las diez plagas que asolaron Egipto, provocando el terror de sus habitantes?.

¿Tiene que ver esa erupción con el paso en seco del Mar Rojo por parte del pueblo de Israel, guiado por Moisés?.

Los especialistas en estos temas creen que sí tuvo que ver. En realidad tuvo tanto que ver que las diez plagas son achacadas a las consecuencias que esa formidable erupción, acompañada de movimientos sísmicos y de olas gigantescas, y en ninguna manera son producto de un milagro.

Es decir, que Moisés aprovechó hábilmente las circunstancias para achacarlas a un castigo divino. Pero, ¿cómo supo Moisés lo que iba a suceder, y en qué orden se iban a dar los acontecimientos, para utilizarlos en su beneficio?.

Una vez que el faraón colmó la paciencia de Dios, según el relato de las Sagradas Escrituras, Yavéh resolvió darle un castigo ejemplar, lo cual se tradujo en el envío de diez plagas, que fueron martirizando a los egipcios.

Las citadas plagas fueron las siguientes:

El agua en sangre:

El río Nilo era vital para la vida en Egipto, hasta el punto de que era deificado y adorado.

No sólo era importante para poder aprovisionarse de agua en una zona cercada por el desierto y muy dura, sino porque Egipto era una región eminentemente agrícola, y todo dependía, por tanto, de ese curso de agua.

Las crecidas del Nilo dejaban, además, un limo que resultaba ser un excelente abono.

Si el río se ve afectado en sus condiciones ambientales, el desastre es enorme y las consecuencias podemos imaginárnoslas.

Toda la fauna, excepto las ranas, murieron al convertirse las aguas de todo Egipto, (río, fuentes, pozos, etc.) en "sangre".

"Los peces que había en el Nilo murieron. Y el Nilo apestaba, de modo que los egipcios no podían beber de él" (Shemot / Éxodo 7:21).

Miles de ranas:

Como consecuencia de la falta de depredación contra las larvas de las ranas, éstas se reprodujeron abundantemente, convirtiéndose en una plaga.

Las ranas salian del río y de cualquier balsa o estanque y se metían en las casas, en las habitaciones, alacenas, etc. Miles de ranas hambrientas.

"...subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto" (Shemot / Éxodo 8:2).

Plagas de insectos, y sobre todo de piojos:

A las ranas, al morir, las juntaban en montones donde se pudrían y al descomponerse llenaron la zona de miles de insectos.

"Murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos. Las juntaron en muchos montones, y la tierra apestaba." (Shemot / Éxodo 8:9, 10).

Los animales son atacados por enjambres de insectos:

Los enjambres de insectos atacaron a las bestias, que huían de ese ataque. Se produjeron estampidas de animales salvajes.

"vino una densa "mixtura" sobre la casa del faraón, sobre las casas de sus servidores, y sobre toda la tierra de Egipto" (Shemot / Éxodo 8:20).

Los animales domésticos sufren las consecuencias de la peste:

.El agua altamente tóxica, la descomposición de los batracios, y los numerosos insectos provocan graves problemas en los animales domésticos, que se ven gravemente afectados.

Ulceras en animales y personas:

Las plagas anteriores incubaron enfermedades con dolorosas ulceraciones, tanto en los animales como en las personas.

"Tomaron, pues, el hollín del horno y se pusieron de pie delante del faraón. Moshé [Moisés] lo esparció hacia el cielo, y éste se convirtió en sarpullido que producía úlceras, tanto en los hombres como en los animales" (Shemot / Éxodo 9:10). En ese hollín o polvo estaban los microorganismos que provocaron las enfermedades y úlceras.

Plaga de granizo acompañado de fuego:

Se produjeron fuertes tormentas eléctricas y caída de granizo. Dicen las Sagradas Escrituras:

"el Eterno envió truenos y granizo. El fuego se descargó sobre la tierra, y el Eterno hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto". (Shemot / Éxodo 9:23).

Plaga de langostas:

Los desequilibrios anteriores provocaron la desviación de numerosas langostas de otras rutas, que fueron a parar al área afectada por las plagas, ayudando a la devastación de las cosechas. Todos conocemos la voracidad de estos insectos.

"Cubrieron la superficie de toda la tierra, de modo que la tierra se oscureció. Devoraron toda la hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo. En toda la tierra de Egipto no quedó nada verde, ni en los árboles, ni en la hierba del campo" (Shemot / Éxodo 10:15).

Tinieblas en Egipto:

Existen varias versiones sobre las causas que originaron esta oscuridad, aunque las más aceptadas se refieren a la enorme cantidad de langostas que cubrían el cielo o a la nube de cenizas del Volcán de Santorini.

Muerte de primogénitos:

Esta plaga es la más misteriosa de todas. Se han dado varias explicaciones, pero no son plenamente esclarecedoras.

Se supone que un gas tóxico fue el causante de la muerte de los primogénitos, que dormían en las zonas bajas de las casas.

También podría ser la causa de su muerte el hecho de comer cereales, (pan, etc.), con mohoo tóxico.

Ellos tenían el privilegio de tomar doble ración, lo que pudo ser causa de su envenenamiento y muerte.

Esto no afectó a los israelitas.

No se entiende por qué afectó a los "primerizos del ganado", que no debían tener privilegios.

Dicen las Escrituras:

"Así ha dicho el Eterno: ''Como a la media noche Yo pasaré por en medio de Egipto. Y todo primogénito en la tierra de Egipto morirá, desde el primogénito del faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está detrás del molino, y todo primerizo del ganado" (Shemot / Éxodo 11:4-5).

Todas estas plagas han sido explicadas por científicos y especialistas, que las relacionaron como veremos, con la erupción del volcán de Santorini, cuyos efectos se hicieron sentir en diversas partes del planeta, incluyendo a Egipto. Los análisis de restos de cenizas en esta área confirman su origen en ese volcán, pese a la distancia.

Como ocurría en esos tiempos con mucha frecuencia, los sucesos de este tipo y de otra naturaleza, eran aprovechados por los dirigentes de los pueblos de la antigüedad para darles un carácter divino y una finalidad moralizante, ya fuera ésta como un castigo o como un premio.

¿Fue realmente así?. Está claro que los científicos no están dispuestos a actuar de igual forma que los escribas bíblicos, es decir, no aceptan ninguna causa divina en ninguno de los hechos históricos, y buscan una explicación científica para poder encontrar la causa de los hechos.

En este caso ocurre lo mismo. Y el evento que encaja en las fechas del Exodo parece ser esta explosión volcánica.

Para explicar las plagas del país de los faraones, los historiadores, arqueólogos y otros eruditos analizaron los hechos de la erupción del volcán de Santorini. Realizaron determinados estudios y análisis y relacionaron ambos hechos, teniendo en cuenta las fechas y los restos hallados en la zona.

Todo ésto, con pequeñas variaciones en las explicaciones, (por ejemplo que la contaminación del agua y su aspecto sanguinolento se produciría por el desarrollo de un alga tóxica), explicarían estas plagas, con lo cual la intervención de Dios se vería excluída.

Pero no explican por qué no afectaron a los israelitas, que estuvieron a salvo en todas y cada una de las plagas. Tampoco explican por qué Moisés y Aarón sabían anticipadamente lo que iba a suceder, hasta el punto de anunciárselo como advertencia, al faraón.

Una explicación sería que los hechos sucedieron y después se "retocaron ligeramente" por los redactores o cronistas bíblicos para adaptarlos a su gusto.

Sin embargo, si damos por hecho (cada cual tendrá su opinión al respecto), que existía "alguien" en contacto con Moisés, ese "alguien", a quien conocemos con el nombre de Yavéh, que viajaba en algo llamado "La Gloria del Señor", podría ser el causante de la catástrofe del volcán, con sus consecuencias posteriores.

¿Fantasía?. Probablemente lo sea, pero no olvidemos que hubo un tiempo en que los dioses caminaban con los hombres y que hacían cosas verdaderamente portentosas.

Este tipo de comprobaciones que se realizan sobre los hechos ocurridos en la antigüedad se hacen para determinar si esos sucesos ocurrieron realmente y en caso de que sea así cuál fue la causa que los originó, pues nadie acepta, bajo ningún concepto, la intervención de ningún Dios.

En general se admitía que la Biblia no decía la verdad cuando narraba la historia del pueblo de Israel. Sin embargo, poco a poco se van confirmando todos esos relatos, aunque existe una dificultad que complica enormemente esas comprobaciones. Se trata de la cronología de esos hechos.

Esos problemas cronológicos es lo que hace que muchos estudiosos y analistas nieguen cualquier viso de veracidad a los relatos bíblicos.

Generalmente, a los cronistas antiguos no les importaba ni poco ni mucho esa cronología. Mezclaban hechos sucedidos en una época posterior delante de una anterior e incluso mezclaban dos hechos como si hubiesen ocurrido en el mismo momento, cuando podían existir cientos de años entre uno y otro. En ocasiones ni siquiera daban dato cronológico alguno sobre algún suceso. Lo relataban y punto.

Es cierto que también existen fábulas y cuentos con finalidades moralizantes o personificaciones de ideas, virtudes, vicios y conceptos abstractos, que si no se personificaban podrían no ser entendidos. Pasaba esto con las parábolas que contaba, por ejemplo, Yeshúa, el Cristo.

Sólo les importaban las enseñanzas morales. De ahí ese enorme rompecabezas, que es necesario ordenar y aclarar.

Pero a veces alguien da la clave, y en el caso de las plagas de Egipto parece ser así. El registro de la erupción del Santorini parece que confirma que esas plagas se dieron en realidad, aunque se sigue negando cualquier participación de Dios en el asunto, pues no se quiere admitir la existencia de ese Dios.

Sin embargo, para los creyentes, la confirmación científica de un suceso tenido por milagroso no excluye que en ese hecho haya habido una intervención divina. Para los partidarios de las visitas de unos seres tomados por dioses tampoco se produce una exclusión, pues se considera que los dioses de la antigüedad tenían una tecnología que les permitía alterar las condiciones climáticas, sísmicas, etc.

Existe otro problema en los relatos históricos: el borrado deliberado de hechos sucedidos que fueron contrarios para quienes los sufrieron y que, por tanto, no los registran en sus crónicas, o los manipulan y desfiguran. Eso de borrar nombres, ignorar episodios sucedidos e incluso destruir estatuas, estelas y cualquier tipo de grabado que hiciese referencia al enemigo o al rival era muy habitual en la antigüedad en algunos pueblos, sobre todo entre los egipcios.

La manipulación puede ser tal que el Exodo, el relato que hace mención a la salida de los israelitas de Egipto sería en realidad una expulsión de una dinastía de los propios egipcios. Moisés, para algunos, sería el faraón Akenatón y los israelitas un puebo egipcio partidario de este faraón, quien no habría muerto en realidad, sino desterrado.

Para aclarar todos estos misterios es un problema no poder contar con cronologías fiables y con personajes, pueblos y sucesos no falseados o manipulados.

En el caso del volcán de Santorini, algunos han visto el cielo abierto y creen ver la nube y la columna de fuego que guiaba a los israelitas por el desierto como la visión de esas cenizas, precisamente. A mi esa explicación no me acaba de convencer. La nube de cenizas duró unos 9 días y la columna que guiaba al pueblo israelita estuvo con ellos durante cuarenta años, y se comportaba de manera inteligente.

Además, ¿las cenizas del volcán necesitaban un Tabernáculo, especie de hangar, para descender y ser guardada, con la "Gloria de Yavéh"?.

¿Y el "maná"?. ¿También eran cenizas que caían al suelo y que el pueblo de Israel recogía y cocinaba, para alimentarse?.

No. La cosa no está clara, en absoluto, aunque poco a poco, algunas cosas y episodios se van aclarando. Pero queda mucho y los prejuicios son tremendos, desde uno y otro bando, de los creyentes y de los escépticos.

Hasta no hace mucho tiempo, la Ciencia y los escépticos de turno negaban que los relatos bíblicos tuviesen relación alguna con la realidad.

Sobre algunas culturas se dijo incluso que eran simples mitos, ideados para ejercer enseñanzas moralizantes.

Esto ocurrió, por ejemplo, con los hititas, de quienes se decía que no habían existido jamás, pese a cuanto los cronistas bíblicos decían.

Posteriormente, la Arqueología confirmó lo que la Biblia afirmaba.

Poco a poco, hallazgo tras hallazgo, la Arqueología va confirmando que cuanto se decía en las Sagradas Escrituras era, (y sigue siendo) verdad.

Ya va cambiando esa mentalidad de que cuanto se cuenta en la Biblia es mitología o cuentos moralizantes simplemente. Cada vez es más aceptada la opinión de que la Biblia, aunque sea una copia de tradiciones de otros pueblos adaptadas al pueblo de Israel, está contando hechos ocurridos históricamente.

El destacado arqueólogo Nelson Glueck escribe: "De hecho, sin embargo, podría decirse categóricamente que ningún descubrimiento arqueológico ha rebatido una sola referencia bíblica. Se han hecho muchísimos hallazgos arqueológicos que confirman en un claro bosquejo o con detalles exactos afirmaciones históricas hechas en la Biblia".

Una excavación arqueológica realizada en tiempos recientes en Jerusalem ha dejado al descubierto restos de construcciones cuyas características coinciden con las descripciones escritas sobre los edificios del reinado de Salomón, en el siglo V a.C.

No es el único caso. Destrucciones como las de las ciudades de la Pentápolis, entre las que figuran como más conocidas Sodoma y Gomorra, así como el derribo de las murallas de la ciudad de Jericó, han sido confirmadas por los restos arqueológicos después de muchos años de haber sido negada su realidad. Y las descripciones que vienen sobre esos sucesos han sido analizadas punto por punto y son indiscutibles.

Ciudades, fortificacioes, templos, lápidas, estelas, escrituras, se van encontrando allí donde se dieron esos hechos bíblicos que se han negado hasta ahora.

También se buscan pozos de petróleo en distintas zonas de Israel, en la actualidad, teniendo las Escrituras Sagradas como guía para hallar esos yacimientos petrolíferos.

Otra cosa es que cuanto se menciona en la Biblia tenga que ver o no con la intervención de Dios o de quien fue tomado como tal Dios.

Son muchos los enigmas que se presentan, no obstante, y quedan muchos puntos sin explicación. Por ejemplo, y tal como comentábamos, no está claro por qué murieron, durante las plagas de Egipto, los primogénitos de los egipcios, (incluyendo los primogénitos de sus animales). Tampoco está claro por qué las plagas no afectaron a los israelitas, ni por qué los israelitas sabían lo que iba a suceder.

Hoy día, plagas como las sufridas por el pueblo egipcio se siguen dando en la actualidad, como las algas rojas tóxicas, plagas de insectos, sin olvidar las famosas y destructivas plagas de langostas, diferentes tipos de enfermedades, etc.

Ya no se consideran como castigos divinos, pero se siguen dando. Lo que ya no parece ocurrir es que se produzcan tantas plagas en un solo lugar y en tan poco tiempo de separación entre plaga y plaga.

¿Hubo intervención divina, o de alguien a quien se tomó por Dios de Israel?.

Tal vez con el tiempo sepamos algo más.

No olvidemos que muchas cosas, muchos libros, muchos conocimientos sobre el mundo de la antigüedad se han ocultado a la humanidad, o se han manipulado para que muchas verdades no lleguen a saberse jamás.

¿Por qué?. He ahí la cuestión. Hay muchos intereses en juego.

Pero la Verdad debe prevalecer sobre la Mentira, y más tarde o más temprano sabremos muchas cosas de nuestros antepasados que ahora se nos ocultan.

FUENTES.

Sagrada Biblia.

http://www.egiptologia.com/egipto-y-la-biblia/2309-cuantas-fueron-las-plagas-de-egipto.html

http://volcansantorini.blog.com/

http://www.tubiblia.net/anunciada-la-muerte-de-los-primogenitos/92

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R
<br /> EXTRAORDINARIO. tiene la sabiduria de entrelazar lo biblico y lo cientifico. Probar quien tiene la razon de los hechos? AMBOS lados. A Dios no se le resta Poderio Ilimitado por haber usado a la<br /> naturaleza para su Proposito. Al fin de cuentas, El es el Creador. en esto tambien hay creyentes y ecepticos, como en todo. FELICITACIONES<br /> <br /> <br />
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